A la hora de estudiar existen muchas maneras, métodos, formas, rituales a adoptar para conseguir buenos resultados. Pero si en realidad mi objetivo es aprender sobre un tema en particular, en principio, debo de tener en cuenta los procesos, y no los resultados.
Si buscamos en el diccionario proceso “es un conjunto de actividades o eventos (coordinados u organizados) que se realizan o suceden (alternativa o simultáneamente) con un fin determinado.”
Esta definición es efectiva al momento de determinar el o los “hábitos” que voy a ir internalizando para conseguir buenos resultados. Además de adquirir hábitos, también es necesario contar con la “motivación” suficiente. La motivación es el motor que me permitirá, atravesando un proceso, llegar a mi meta. Ten en cuenta que en todos los ámbitos de nuestra vida necesitamos estar motivados y el ejercicio de organizarte, de contar con un plan de acción para estudiar, podrá ser aplicado en cualquier cosa que realices de ahora en más.
La pareja motivación-atención son claves para transitar el proceso de aprendizaje que emprenderemos.
¿Cómo aumentar y/o favorecer los momentos de motivación-atención?
Un elemento indispensable es el uso de una agenda, para contabilizar los días feriados, los fines de semana y las actividades extraescolares que realizo, como algún deporte. Esta información me servirá para visualizar los días previos reales de preparación que poseo, además de establecer periodos de descanso.
La jerarquización del material es importante. Ten en cuenta que el material son los libros, los apuntes tomados en clase, los ejercicios de práctica, las anotaciones en los márgenes, el diccionario. Antes de comenzar a estudiar, debes hojear los libros, ubicar los temas centrales, los secundarios. Jerarquizar no es solo disponer el material al alcance de la mano, es hacer una aproximación al tema, es familiarizarse con lo que vamos a aprender. Esta actividad previa también me servirá para descubrir si me ha quedado algo sin entender, y así disponer del tiempo necesario para la comprensión.
Aleja todo aquello que pueda perturbarte: música, teléfonos, computadora, juegos de video, ruidos de autos, etcétera. Elige algún momento del día ideal para que puedas estar desconectado de todas estas distracciones. Muchas personas estudian de noche, otros a la madrugada. Tú decides el momento preciso que destinas a estudiar, leer o hacer la tarea escolar, pero sin descuidar tus horas de sueño.
Cuelga en tu pared una lámina de corcho o una plancha de telgopor como ayuda memoria, donde puedas ir pegando un calendario mensual u organizador semanal. También puedes agregar post-it y mapas conceptuales de aquella materia que estés preparando.
Elige un lugar tranquilo, con buena ventilación, que más sea de tu agrado y ambiéntalo a tu gusto.
RECORDAR: Las técnicas de estudio pueden ser aplicadas diariamente para realizar tareas escolares, lectura de libros, armado de trabajos prácticos, preparación de evaluaciones, exámenes parciales y finales, o bien, para organizarme en cualquier otra actividad.
Lic. Ana del Valle González.
