Para que la lectura resulte comprensiva debe existir un lector reflexivo, crítico, que activa su razonamiento y sus sentidos “desmenuzando” cada oración, cada párrafo, que interpreta cada título, que va al encuentro de un conocimiento específico. Una lectura de estas características se logra con el entrenamiento que da el acto de leer, el hecho de interpretar y de interactuar con lo que se está leyendo-aprendiendo. Leer es un proceso de enseñanza y al mismo tiempo de aprendizaje. Si de procesos hablamos, la lectura constituye uno de los métodos a implementar dentro de las técnicas de estudio, donde el acto de leer necesariamente debe ser comprensivo.
Un texto abordado comprensivamente exige un lector activo que tiene una representación previa acerca del tema, que observa, pero al mismo tiempo participa: se detiene en títulos y subtítulos, encuentra conceptos centrales, relaciona ideas, indaga sobre vocabulario que desconoce, hace las anotaciones pertinentes, se hace preguntas, relee y comprende.
Lic. Ana del Valle González.